Esta extraordinaria villa se sitúa en un maravilloso oasis, escondida entre aromáticos bosques de pinos y ofreciendo grandiosas vistas de la costa y del mar azul – a lo lejos, en el horizonte, se divisa la silueta de Calpe y del Peñón de Ifach. Rodeada del verde de los bosques, sin vecinos cerca y con total privacidad – la parcela alrededor de la villa tiene una superficie de 18.000 m². Aquí la vida es maravillosamente apacible, junto a la piscina, en las amplias y soleadas terrazas, rodeado de palmeras, cipreses, buganvillas y unas vistas panorámicas de la costa, que por la noche son fascinantes. Algo de cuento de hadas; una construcción al estilo levantino con su patio andaluz, su camino de acceso de antigua y rústica nobleza, su sala del trono con galería, escalera de caracol e imponente techo de madera. Una elegante cocina con preciosos azulejos y baldosas florentinas hechas a mano, en lugar de la típica cocina de alta tecnología, nos transporta, una vez más a otros bellos tiempos nostálgicos. Los numerosos dormitorios y baños, así como la imprescindible naya con chimenea exterior y de dimensiones generosas son pruebas de que todo en esta casa rezuma clase, robustez y nobleza atemporal.