CARLOS SERRA · INTERIORISMO

Una casa en el Tosalet es uno de lo íntimos trabajos del interiorista Carlos Serra, su personal sello, elegante y sereno, marcan las estancias de esta bonita villa con unas vistas de impresión sobre la bahía de Jávea.

La construcción tradicional de esta casa distribuida en dos alturas y con un gran riurau que se abre  frente al mar, destaca por su gran salón comedor que sirve de nexo de comunicación con el resto de las estancias.

Un salón en el que el color azul combinado con colores piedra y blanco es el gran protagonista y en el que Carlos Serra ha ubicado dos sofás frente a la chimenea y dos mesas auxiliares y para cerrar el conjunto dos sillones orejeros tapizados en tela azul con motivos vegetales para unificar interior y exterior, ya que la vivienda cuenta con un importante jardín con vistas al mar.

Resalta de manera especial el mueble chino antiguo en madera de olmo lavado, ubicado entre el salón y el comedor, con gran capacidad de almacenaje para vajilla y cristalería.

A continuación encontramos el comedor, donde la gama de azules sigue presente, y en el que destaca un lámpara de gran formato sobre una mesa de impoluto blan-co, a juego con las mesas auxiliares, y seis confortables silloncitos de ratan en-marcados en una alfombra en la misma gama de color.

Todo ello con grandes ventanales que dan al jardín y a la piscina, junto a la que se ubica la zona de hamacas y una ducha muy ibicenca. También en el jardín encon-tramos dos amplios sillones con reposapiés que invitan al hedonismo en estado puro.

Sin duda otro de los espacios donde abandonarse al placer de la lectura, la tertulia o comer con familia y amigos es el gran riurau que Carlos Serra ha divido en dos espacios, uno la zona de relax, donde se ubican los sofás y la zona de comedor en la que encontramos una mesa en madera cuadrada para ocho comensales.

En leo área de las escaleras se ha optado por dos consolas, de madera de teka la del piso superior con una lámpara de sobremesa y decoración en blanco y otra an-tigua china de olmo lavado para la planta baja, sobre la que cuelgan desde el piso superior cinco lámparas con tulipa azul que proyectan una luz muy puntual.

El color blanco, en el que destacan los diferentes matices del azulejo manual, im-pregna toda la cocina, en la que encontramos una barra con dos taburetes para desayunos o comidas.

Por último en el piso superior encontramos las habitaciones en las que se respira la paz y armonía tan necesaria para el descanso y la desconexión.

La casa con un estilo muy del tosalet, con suelos de barro, vigas de madera y un amplio riu rau recoge la esencia mediterránea, una esencia que el interiorista Carlos Serra conoce muy bien y que maneja a la perfección para crear espacios únicos, con el perfecto equilibrio entre elegante y sobrio pero cálido y confortable.

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